La era del liderazgo transparente

liderazgo transparente

Hace unos días Josep me hizo reflexionar sobre el daño o el bien que pueden generar las transparencias. La verdad es que una sociedad que nos convierte en los mejores de algo nos obliga a ser transparentes de su antónimo. Queramos o no. Para ser el mejor de tu clase debes conseguir mejor nota que el resto y si eso incluye no avisar del día del examen, ya que tú eres el secretario, que así sea. Todo vale no!!. Transparencias…

La cuestión es que en ese momento la reflexión fue dolorosa pero como el tiempo todo lo cura se me fue diluyendo entre letras y renglones de preocupaciones laborales… Después otro de los que me encanta leer, Francisco, me enseñaba este truco de transparencias… otra vez. Que razón tiene el refrán que dice que es mucho más sencillo ver la paja en el ojo ajeno que en el propio!! Muchas veces tenemos los problemas delante de nuestras narices pero somos tan incapaces de verlos que necesitamos darnos de golpe contra ellos para poder descubrirlos. Otra vez las dichosas transparencias.

Pero aquí no terminan las cosas, ya me gustaría a mí conocer al que mueve los hilos, y es que Andrés también comentaba otro caso en el que la transparencia es aún mucho más grave. Uno de los violinistas más talentosos no pasa de una recaudación de 30$ si su anfiteatro tiene de telón de fondo el sonido de los raíles del metro. Más transparencias.

Y bien, ahora y aquí, estoy yo reflexionando sobre el poder de las transparencias y como siempre me he considerado un facilitador, coach que le llaman ahora, para las personas con las que trabajo me pregunto si estamos en la era del liderazgo transparente. Ya entiendo que esta concatenación de transparencias no es suficiente para desarrollar una teoría pero es que cada vez más entiendo que mi deber como líder, jefe, responsable…, es ser transparente. Me explico.

¿Qué debes hacer cuando tienes auténticas perlas entre tus subordinados? En trabajadores del conocimiento, como les denomina Pedro(P.Drucker), lo importante no es saber ordenar sino guiar. Liderazgo transparente.

Probablemente estés pensado que hablo de un liderazgo democrático o paternalista pero no se trata de eso. Un líder democrático toma las decisiones tras escuchar la opinión de sus subordinados, el caso del doctor House por ejemplo, pero un líder transparente tan solo guía. No pide opinión, ya que no le interesa conocer la verdad final, sino que guía a sus subordinados sobre los métodos que cree correctos. A mi mente se me viene un gran ejemplo de liderazgo transparente. Pep Guardiola ha entendido que su función no era la de acaparar los medios, como puede ser el caso del entrenador portugués Mourinho, o la de hacer que se cumpliesen sus órdenes, caso del grandísimo Capello, sino la de guiar a sus jugadores hacia la meta. Poco tiene esto que ver con el garrote y la zanahoria que utiliza un líder paternalista ya que no se trata de premiar o incentivar a base de refuerzos positivos, jugar más minutos en el caso del fútbol, sino de ordenar las piezas del rompecabezas para que todas encajen a la perfección.

El líder transparente ha entendido que su función es esa, ser transparente. El líder transparente es un mecánico que construye un motor, lo pone en marcha y luego se preocupa de que funcione a la perfección. Lo engrasa, le llena el depósito, revisa el agua… pero una vez puesto en marcha su función es transparente. El no es el centro pero tampoco quiere serlo.

Hoy más que nunca el liderazgo se ha convertido en una sesión de coach permanente, en un liderazgo transparente, en la que el trabajador es el centro y el líder tan solo es una sombra transparente a través de la que vislumbrar los resultados de sus acciones.

Foto: SD

4 Comments

  1. Pingback: Bitacoras.com octubre 13, 2009
  2. Josep Julián octubre 15, 2009
    • Jesús López octubre 15, 2009
  3. Jhon Dennis octubre 19, 2009
  4. Jesús López octubre 19, 2009