Quiebra Empresa

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¿Cómo puedo ir a la quiebra?

Con esta pregunta tan endiablada comienza el post de The last Kraftman en el que nos comenta desde primera persona y con una exquisita ironía como un empresario puede llevar a la quiebra su empresa. Según Kraftman para ir a la quiebra: «¡Hay muchísimas maneras! Y creo que las he visto casi todas. Pero para llegar a ser un empresario inepto de verdad es necesario haber forjado el carácter desde niño. Tener madera. No es suficiente con la dosis alícuota de idiotez con que graciosamente nos dota el destino. Un empresario inútil debe haber cultivado con perserverancia desde su mimada infancia la soberbia y sus más perversos derivados: el narcisismo directivo, la persistencia en el error y el ensimismamiento.»

Las claves para llevar tu empresa a la quiebra son:

  1. Narcisismo: El empresario sabe que es único, un líder y cuando la situación se deteriora es capaz de encontrar el culpable antes de caer en la vergonzosa tentación de la autocrítica. Al fin y al cabo, un número uno siempre puede detectar y luego despedir a los inútiles que le rodean, pero antes de despedirse a sí mismo hundirá la empresa, que para eso es suya.
  2. Evitar la creación de riqueza: Buscando el beneficio a corto y evitando cualquier tentación de invertir esfuerzo y fondos a largo plazo, de creación de valor para todos y de preocupación por el bien colectivo. Y de ese modo, será fácil que además de fracasar como gestor, pueda ser odiado cordialmente por sus empleados, socios y, si se aplica, hasta por la familia y los amigos.
  3. Pensar solo en el dinero: La mayoría de los empresarios creen que el único fin de una empresa es darles dinero a ellos: son los reyes del pelotazo.Y con el fin de una empresa se acaban también formas de conocimiento y organización irrepetibles.
  4. Seguir las modas del mercado: Nada mejor para hundirse lentamente. Esté a la última y acabará siendo el último. Si copia, aunque sea al mejor, acaba siendo como mucho copia mediocre. Copiar es ya ir atrasado.
  5. Estudios de mercado: Sólo son buenos si sirven para adelantarse al mercado. Si sólo siguen al mercado, siempre llegas tarde y, de paso, puedes olvidarte de las buenas ideas que tiene tu propia gente. El mercado no lo es todo ni lo decide todo. También están las personas, su equipo.
  6. Ignore a sus empleados: Que trabajen y callen. Usted no les paga para tener ideas sino para que ejecuten las suyas, siempre brillantes.
  7. No motive: Para que una empresa funcione bien, los expertos sabemos que ni siquiera necesita motivar a su equipo: basta con que no lo desmotive. Por eso tiene que empeñarse realmente en que todo el mundo acabe odiando lo que hace.
  8. Menoscabe a sus empleados: Jamás caiga en el error de que le importen las personas que trabajan con usted. ¡Son sus mindundis! Le son prescindibles como seres humanos más allá de su productividad. Cuanto menos vínculo tenga con ellos, mejor. Y si se limita a un contrato de seis meses, en vez de un año, perfecto: dependerán de usted y los tendrá sometidos.
  9. Maquille la cuenta de resultados: Ocúpese tan sólo de crear valor para los accionistas maquillando la cuenta de resultados. ¡Ya verá qué risa cuando descubran que todo es mentira! ¡Todos a la calle y los despidos puede que hagan subir el valor! No se le ocurra seguir el funesto ejemplo de Colleen Barrett en Southwest Airlines, que se vanagloria tontamente de haber superado la crisis… ¡sin despidos! ¿Beneficios sin despidos? Eso es una aberración.
  10. ¿Algún atajo más hacia la bancarrota?: Sea muy mediático y preocúpese de la fachada de su negocio antes que de la solidez de las vigas. Utilice muchas palabritas acabadas en -ing, inútiles pero muy efectistas: benchmarking, branding, reengineering, ABCcosting…

Via: Meseguixes

¿Que os parece la ironía de meseguixes para llevar a la quiebra vuestra empresa?

2 Comments

  1. rosa octubre 14, 2008
  2. MARCELA noviembre 6, 2010