Hace tiempo que me voy fijando en las denominaciones que las empresas hacen de sus vacantes para hacerlos más atractivos de cara a los candidatos. Y es algo que no puedo entender, porque a las cosas hay que llamarles por su nombre y éste ha de corresponderse con las funciones principales que va a efectuar.
Por ejemplo, en los puestos de trabajo que la función principal es realizar labores comerciales para vender a los clientes existentes y a los potenciales de cada compañía cada vez es más raro que se anuncie ese puesto como por ejemplo posición vacante: Comercial de seguros. Sin embargo, es habitual encontrar que se pone asesor, consultor, gestor de clientes, etc. Cuando luego se pide en todos ellos como requisito imprescindible experiencia de dos años en labores comerciales. No es lo mismo asesorar que vender. Igualmente, personas que estaban hasta ahora en puestos de atención al cliente quieren cambiar y solicitan esa nueva vacante en otra compañía por el nombre que se le asigna al puesto vacante.
Primera recomendación: os recomiendo que os leáis antes de apuntaros a una oferta también las funciones a desempeñar y los requisitos solicitados aunque algunos aparezcan al final porque debéis de conocer toda la información para haceros una idea del tipo de puesto que os están ofreciendo.
Luego esta muy de moda poner títulos a las posiciones muy genéricas tipo “precisamos personal de atención al cliente” sin especificar más. Y si nos ponemos teóricos, todos atendemos de alguna manera clientes, internos o externos. Hoy en día, casi todos los puestos de trabajo requieren tener que relacionarse e interactuar con otras personas para poder desempeñar determinadas funciones de vuestro puesto de trabajo. Por lo tanto, es recomendable especificar aquello que busquéis (cajeros, dependientas, fruteras,…) porque los candidatos agradecen que se especifique con claridad el tipo de trabajo que se ofrece y qué se realizará en caso de ser seleccionados.
Hace tiempo veía una posición cuyo título era “Se precisa un técnico especializado en la construcción” y tras leerse uno los requisitos solicitados se llegaba a la conclusión que el puesto era el de un albañil. Entonces ¿por qué no se pone esto para evitar confundir al personal?
En la búsqueda de trabajo debemos ser claros y llamar a cada cosa por su nombre para ahorrar tiempo y no hacérselo perder a los demás.
De la misma forma, los candidatos tienen que ser honestos y especificar en sus perfiles profesionales los puestos reales que han ocupado, indicando las funciones que más se adecuen a los requisitos solicitados por cada compañía de todas las que hayan realizado. Muchas personas ponen que han trabajado de auxiliar administrativo o de administrativo cuando su puesto era de comercial puro y duro, para así, poder optar a otros puestos de trabajo, inventándose labores realizadas que luego, a la hora de la verdad, no tienen ni idea de desempeñar.
Está claro que vuestra candidatura tiene que estar de expuesta de una forma que llegue a la otra parte y tenga curiosidad en conoceros porque las cosas se pueden poner de muchas maneras que, aunque parezcan lo mismo no transmiten las mismas cosas. Así que debéis de encontrar las palabras que mejor vendan lo que hacéis.
¿A las cosas hay que llamarlas por su nombre?
Juan, completamente de acuerdo. Los eufemismos en la gestión de Recursos Humanos se imponen. En el caso de los comerciales, la cosa va más allá. El desprestigio social que en España damos a la función comercial, hace que haya que dotar al puesto de disfraces con los que atraer candidatos dispuestos a salir a vender. Precisamente sobre la función del comercial, puedes ver un post en mi blog http://www.alberto-blanco.com.
Gracias por el post.
Hola Alberto,
Gracias por participar.
Veo que coincidimos en el pensamiento sobre esto. Las cosas son lo que son y el desprestigio se lo damos por intentar maquillar determinadas profesiones o trabajos.
Muy interesante tu post.
Nos leemos.
Saludos,
Juan
Hola Juan,
Estoy de acuerdo en el planteamiento pero veo la doble cara y te pregunto. En una situación de crisis en la que muchas personas buscan empleo y pocas lo encuentran… ¿cómo es posible que tantos empresarios sigan sin cubrir sus vacantes? Entiendo que son puestos de nivel inferior y que todo el mundo debe ambicionar lo mejor para su vida, pero si acabas de salir de la facultad… no pidas un sillón de dirección!!
Hace poco comentaba con un emprendedor, restauración, que no encontraba gente para su negocio. Ya no pedía gente que estuviese curtida en la profesión sino gente que quisiera trabajar…
Saludos,
Hola Jesús,
Por supuesto, este lado también esta y esto cierto muchos recién licenciados olvidan que deben empezar con humildad y en puesto de aprendizaje para ir evolucionando. La universidad a veces les llena la cabeza de falsas esperanzas. No pasa nada empezar de becario.
Luego en determinados negocios como la hosteleria falta ganas de trabajar y encontrar gente motivada para ello. En ese sector la experiencia ya no importan tanto. Ambas partes deben dotarse de sentido comuna y usarlo que para algo lo tenemos. No podemos pretender correr antes de andar.
Saludos,
Juan