Compromiso, el paso más importante para emprender un negocio

Durante una de las batallas que libró Alejandro Magno, le comunicaron que un miembro de su tropa se había comportado cobardemente, por lo que ordenó que el soldado fuese traído ante él.

Estando frente al general, éste le preguntó: ¿Cuál es tu nombre?. El soldado con cara de vergüenza respondió igual que usted señor: Alejandro.

Entonces le dijo el General: o bien cambias tu nombre o cambias tu conducta.

Emprender supone compromiso, renuncia, devoción, implicación, trabajo y todo lo que ello conlleva. Por ello una parte muy importante a la hora de emprender es ser consciente hasta que punto el proyecto es capaz de entusiasmar o no. Si nos involucramos en negocios que nos interesan obtendremos mejores resultados que aquellos para los que tan solo deseamos un fin económico. ¿Por qué? Si alzamos la vista, fuera del entorno empresarial, nos damos cuenta que los mayores avances en ciencia, tecnología, física o investigación son fruto de personas devotas de sus trabajos. Personas entusiastas de sus descubrimientos que disfrutaban tanto o más de su trabajo como de sus resultados: Edison, Da Vinci o Darwin son los ejemplos más representativos que se me vienen a la mente.

¿Por qué una persona así consigue mejores resultados? Pues por que una persona comprometida no trabaja igual. Básicamente. Una persona comprometida pone su empeño, su corazón y su razón, su tiempo y su vida en ello. Por ello sus resultados siempre son extraordinarios.

El compromiso que se adquiere a la hora de emprender debe ser lo suficientemente interesante como para soportar el efecto de ese esfuerzo, el daño del paso del tiempo, de los problemas asociados o de los vaivenes de toda nueva empresa.

Si has dado el paso de emprender un negocio, o vas a hacerlo, ¿cuál es tu grado de compromiso?

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