El gusanillo de la bolsa

Una de las conversaciones que más se presta a la discusión es la de las acciones bolsa. ¿Quien no ha tenido tentación, alguna vez, de invertir en bolsa? ¿Quién no ha escuchado al familiar, amigo, conocido que ha ganado una auténtica fortuna con las acciones de la empresa x…? ¿Quién no ha escuchado alguna noticia que aconseja comprar tal, desinvertir en cual o apostar por «Pascual»?

La cuestión es que funcionamos como rebaño y al final donde va Vicente va la gente… y mucho más si la recompensa es dinerito fácil y con el mínimo esfuerzo.

En una de estas conversaciones un buen amigo me dejó claro que para no llevarse un buen susto, con el dichoso juego de la bolsa, lo mejor era tener claro que solo debemos jugar con el dinero que nos sobre, invirtiendo a largo plazo y en sectores/empresas que conozcamos. Tres cosas claras que nos pueden evitar más de un buen susto.

1. Invertir el dinero que no necesites: La bolsa no es lugar más adecuado para jugar con tus ingresos mensuales ni con el dinero que puedas necesitar a corto plazo ya que podrías perder todo lo invertido. Lo cierto es que muchos de nosotros invertimos con la certeza de que no perderemos nada o si lo hacemos será muy poco. Sin embargo todo puede llegar a pasar. Todo.

2. Invertir a largo Plazo: La mayoría de las empresas que generan un beneficio estable a largo plazo son empresas que generan un rendimiento pequeño con un riesgo pequeño. Lo contrario es jugar a invertir con mucho riesgo, es jugar a volatilizar nuestro dinero. Puede salir bien la jugada pero también puede salir mal.

3. Invierte en aquello que conozcas: Desconocer un sector e invertir es un error que comenten la mayoría de los recien llegados. Dejarse guiar por cantos de sirena no es coherente ya que en cualquier momento podríamos despertar del sueño. Para invertir sobre seguro debes conocer la empresa, el sector, sus beneficios, inversiones, sus directivos, sus objetivos y todo lo que puedas sobre como gana dinero o sobre como piensa ganar dinero en los próximos años. Todo ello con el objetivo de averiguar si debes seguir invirtiendo en la empresa que te gusta o ha llegado el momento de cambiar.

Son tres cuestiones de sentido común pero gracias Manu por la charla y por la orientación.

Foto: Flickr

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  4. Jesús López febrero 10, 2010