Es muy habitual leer artículos que nos hablan sobre las crisis por las que pasan los seres humanos al cumplir determinadas edades porque es lo que se suele cumplir en muchos perfiles al llegar a determinadas cifras como por ejemplo los 40.
Y personalmente en este post quiero hablar sobre la irrealidad que supone esto que tiene más de mito que de otra cosa.
Las personas, desde que nacemos, vamos evolucionando y pasando por diversas etapas que hacen que se produzcan cambios en nuestra personalidad motivados por nuestras vivencias, relaciones, experiencias, etc. que, a la larga, nos influyen en mayor o menor medida.
No estoy diciendo que no pasemos en algún momento de nuestras vidas crisis, sin embargo, a lo que voy es que estas crisis se pueden producir a cualquier edad en función de cuan equilibradas se encuentren vuestras diversas facetas de vida. Y, a parte de esto, del grado de satisfacción que os produzca cada una de ellas.
No olvidemos que las relaciones familiares, amorosas, profesionales, etc. también pasan por altibajos y por diversas etapas propias de una evolución continua. Todo dependerá de lo que os aporte en términos globales y mientras lo positivo gane a lo negativo no hay ningún problema. El abismo se presenta cuando ocurre lo contrario, que lo negativo supere a lo positivo. Será entonces cuando habrá que intentar dar un vuelco a esa situación siempre que ambas partes quieran hacerlo; merece la pena intentarlo y reconducirlo. Lo que no ayudará es dejarlo pasar y correr porque la próxima vez volverá con más fuerza y se producirá un colapso que nos hará entrar en una grave crisis totalmente evitable.
En resumen, cuando comiencen los primeros síntomas de insatisfacción, desmotivación, desconfianza, aburrimiento, desesperación habrá que preguntarse ¿Qué produce eso? y ¿Cómo podemos ponerle remedio?
Suele ser de ayuda comunicarse con otras personas involucradas en el tema para buscarle una solución lo menos dolorosa para todos. Debéis de ser exigentes con vosotros mismos y cuando algo no os guste, poneros manos a la obra para cambiarlo; no hay nada imposible. Simplemente, la comodidad y la pereza os suelen controlar hasta que ya no queda nada y la situación explota porque habéis superado vuestro límite.
Las diversas etapas o faceteas de vuestras vidas no entran en crisis porque sí porque siempre hay síntomas que comienzan a dar claves de precaución o alarma que habrá que digerir y asumir para avanzar. Cuando llega un momento en que estáis quemados en vuestro trabajo y que vuestro semáforo de aguante está en rojo brillante, hubo un momento en el que pasasteis de verde a amarillo y pensasteis que las cosas mejorarían por si solas, sin pensar activamente para que cambiase. Así que, en parte, de esa crisis tenéis vosotros la culpa por no haberlo intentado cambiar.
De la misma forma, es una soberana tontería pensar que los trabajadores a partir de una determinada edad ya no encajan en las organizaciones sino que lo que las empresas deben de plantearse y preguntarse ¿Qué deben hacer ellas para que sigan encajando?
Un trabajador no te va a aportar lo mismo a los 20 años que los 30 ó 40 años porque cada etapa tiene unos aspectos mejores y otros mejorables en los que ambas partes estén dispuestas a poner de su parte para evolucionar.
Igualmente, la metodología a implementar con cada persona en función de en que etapa profesional se encuentre no es la misma y esto deben de tenerlo en cuenta las compañías.
Y ya no digamos la crisis de los 40 en el paro.
Eso es rizar el rizo.
Un saludo
Juan,
la clave ¿no pasa por la motivación?.
El otro día leia un magnifico articulo realmente interesante donde desarrollaba los conceptos de intención y voluntad como los pilares de la motivación.
Estoy seguro que cuando entramos en crísis, todos tenemos intención de salir de ella pero la cuestión es si ponemos la suficiente voluntad.
He nacido en 1970, en unos meses te diré si me afecta la crisis que corresponde a este cambio de edad tan mitificado. Por ahora no me nota nada, al margen de mi caida de pelo.
Un saludo.
Hola Juan,
Simplemente muy acertado!!
El problema es que el dia a dia nos impide ver el crecimiento de las personas con las que trabajamos. Sucede algo así como cuando tienes un hijo pequeño y no te das cuenta de lo que crece hasta que alguien, que no está con ellos a diario, te lo dice.
Ambas partes son culpables pero ambas no reconocen esa culpabilidad.
Saludos y gracias por la reflexión.
Hola José Luís,
Por supuesto, el tener ya más de 40 años y sin trabajo aun esta más complicado por los factores externos y subjetivos que existen en nuestra sociedad.
Saludos,
Juan
Hola Alfredus,
Interesante apreciación.
La motivación es vital en cualquier etapa de nuestra vida y más cuando estamos en cualquier tipo de crisis.
Debemos ser constantes antes las adversidades y seguir intentándolo día a dia con más fuerza sin tirar la toalla a la primera de cambio.
Yo tampoco pienso que a los 40 porque si se deba tener una crisis. Las crisis pueden surgir en cualquier momento y depende como las afrontemos.
Saludos,
Juan
Hola Jesús,
Es cierto que muchas veces no sabemos valorar los avances de las personas que tenemos a nuestro lado porque lo asumimos como normal sin darle importancia.
Los avances por pequeños que sean son para destacar y ambas partes deben de hacer algo porque esto no pase desapercibido.
Saludos,
Juan
Para mucha gente estoy en la crisis de los 40 porque decidí adelgazar, entrar a un gimnasio, comprar ropa nueva, pero es que veía que mi salud se iba de pique y prefiero esto a ser una farmacia ambulante, tengo muchos objetivos que cumplir, si siento que no he vivido muchas cosas, primero el estudio, luego el trabajo, sin vacaciones en 20 años(he estado en coma) pero se que no puedo morir si no he vivido, así que vivo cada día como si fuera a morir mañana, trato de ser feliz solo. Me siento mejor, si a esto le llaman crisis, como le llaman a la crisis de vivir negándose de los 20 a los 40.