Yo soy un firme defensor de que el hecho de que dos personas ocupen el mismo puesto de trabajo no supone que deban de cobrar lo mismo. Si realmente es así, no se deberá a la posición en si, sino del valor que cada uno aporte con su trabajo a la organización. No podemos defender el modelo de la administración pública donde los que ocupan un mismo puesto cobran los mismo, independientemente de que uno no trabaje y el otro se esfuerce mucho y aporte nuevas ideas. El hacerlo, desmotiva a los profesionales con inquietudes. Esperemos que esto cambie algún día.
Sin embargo, la diferencia actualmente, no siempre se hace por el motivo correcto. Desgraciadamente, se cobre más o menos por que el sujeto lleve pantalón o falda. Por mucha igualdad que reivindiquemos, esto sigue pasando a día de hoy. Según la encuesta anual de estructura salarial, las mujeres ganan el 25,6% menos que los hombres ocupando las mismas posiciones, independientemente de lo que aporten o hagan.
¿Por qué motivo ocurre esto? Desgraciadamente, por tópicos culturales y sociales que siguen existiendo de forma arraigada en la mentalidad de bastantes personas; se piensa que el trabajo de las mujeres es menos valioso o, simplemente, por la vieja mentalidad de que siempre ha sido así y no hay que cambiarlo.
Para empezar, es igual de valioso el trabajo que aportan los hombres como el de las mujeres, si ambos están igualmente capacitados para ello. Además, cada vez prima más el trabajo intelectual al que requiere esfuerzo físico. Esto hace que determinadas mujeres destaquen por si solas por su valía y lleguen hasta donde antes no les habían dejado. Todavía hay determinadas personas que sienten su ego herido por esta razón. Todas las profesiones las pueden desempeñar perfectamente hombres y mujeres porque lo importante es el desempeño que hagan y lo que aporten, siendo indiferente el sexo.
Habremos triunfado el día que se deje de hablar y de implantar de forma obligatoria planes de igualdad que favorezcan la equiparación de la mujer al hombre profesionalmente hablando y que se valoren a las personas por sus capacidades, actitudes, necesidades, experiencias, ideas, metas, etc.
¿Porque nos tienen que imponer que en los consejos de administración haya x porcentaje de mujeres u hombres de forma obligatoria? El llegar a este tipo de obligaciones, puede suponer que se promocione a gente no cualificada para ello, tanto en hombres como en mujeres. No debería ser algo para cubrir el expediente.
Lo que importa es lo que las personas aportan en computo global a las compañías y, mientras no asumamos esto, no haremos nada. Se puede seguir dando importancia al sexo de las personas o a las horas que uno pasa en la oficina, pero no tiene importancia. Gente inadecuada para la organización la habrá siempre, sean hombres como mujeres. De la misma forma, so muchas las mujeres que no son promocionadas, teniendo unos rendimientos y habilidades óptimas, mientras los superiores optan por hombres menos capacitados por el hecho de que son hombre. Y al fin y al cabo, una empresa tiene que velar por el bien de si misma, no de cuantos hombres tenga en puestos de responsabilidad.
¿Cuánto vamos a tardar en cambiarlo?
Estoy de acuerdo, yo también creo que no hay por qué pagar lo mismo a dos personas porque ocupen el mismo puesto, ya que sus aportaciones pueden ser diferentes.
También es cierto e indiscutible que muchas mujeres están tanto o mejor preparadas que muchos hombres en gran variedad de puestos (quizás se podría excluir aquellos que requieran mucha fuerza física), y por lo tanto, y de acuerdo con el párrafo anterior, su sueldo debería ir en consonancia con su aportación y no no con otras consideraciones.
Lo de la discriminación positiva es un tema controvertido, hoy por hoy posiblemente todavía es necesaria, al menos en algunos ámbitos a los cuales la mujer todavía no había accedido o no en la proporción que le correspondería.
Esto no debería significar, como bien dices, que se promocione sin más a una mujer por el hecho de serlo, aunque esté menos cualificada, pero seguro que hay donde elegir, es una cuestión de estadística.
Un saludo
Pablo Rodríguez
Hola Pablo,
Veo que coincidimos en los planteamientos globales de este post. Se debe pagar por lo que cada uno haga y aporte independientemente de su sexo.
Por supuesto, la discriminación positiva hacia la mujer en algunos sectores es necesaria aun porque su acceso era casi nulo y con unas condiciones ridículas en comparación con las de los hombres. Pero tampoco se puede meter a mujeres en puestos porque si sino que debe de venir avalado por sus competencias y aportaciones.
Saludos,
Juan