Por que hay cosas que solo crees en Navidad…

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Quizás la Navidad nos impone ser más cercanos, amigables, amables, buenos… y todas esas ñoñerías comerciales. Lo perjudicial no es que lo intentemos sino que sea una fecha la que nos lo recuerde.

Punto y aparte, en la pelea semanal, y un poquito de altruismo familiar que verás como no hace daño.

En un hospital de Stanford, hace muchos años, una niña llamada Liz sufría una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse, aparentemente, era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, que había sobrevivido milagrosamente a la misma y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana.

Yo lo vi dudar solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decidir:

– Si, lo haré, si eso salva a Liz.

Mientras la transfusión continuaba, el estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana y veíamos retornar el color a las mejillas de la niña.

Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció.

El miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa – ¿Cuándo cree que empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; el pensaba que le daría toda su sangre a la hermana. Y aún así se la daba.

Feliz Navidad a todos.

Foto: Flirck