El otro día hablando con un amigo, me dijo que determinadas empresas de telecomunicaciones y telefonía le estaban haciendo un verdadero acoso para conseguir captarle como cliente y le pregunte ¿Qué te crees que solo te pasa a ti?
Y él me dijo que al no haberlo hablado con nadie, creía que sí y le dije déjame que te cuente y me dices si esto lo que experimentas.
Llamada por la mañana, por la tarde y casi hasta por la noche. Estás abriendo la puerta y corres para coger el teléfono que suena y es una señorita que te pregunta nada más descolgar ¿con quien hablo? Y tu le dices “creo que eso lo debería de preguntar yo” y en muchas ocasiones te cuelgan.
Otras veces, estas durmiendo la siesta y te despiertan en lo mejor del sueño; es otra vez una de esas empresas a las que les has dicho muchas veces que no te interesa y siguen insistiendo porque la última persona a la que le dijiste que no te interesaba y que te borrase de su base de datos, se le olvidó hacerlo o tuvo orden de dejarte en su lista para seguir intentándolo.
Al final, te enfadas con estas compañías, que terminan con tu paciencia, aunque seas la persona más pausada y tranquila del mundo.
Muchas personas dicen los trabajadores no tienen la culpa, sin embargo, discrepo porque cuando le dices a uno que no te interesa, lo debería de reflejar en la base de datos que maneja y ya no se vuelve a insistir.
Pero no han parado de “evolucionar”. Ahora ya hasta te llama un contestador automático que te da las instrucciones para recibir la información, pero… ¿Qué instrucciones debo seguir si fueron ellos los que llamaron?
La situación se repite, cada vez con mas frecuencia. El no coger el teléfono tampoco ayuda, pues vuelven a intentarlo, siempre desde números ocultos.
Igualmente la gente que suele llamar va con unos humos que parece que les ofendes al decirles que no te interesa y te insisten de forma poco profesional y al final consiguen que saquemos al cavernícola que llevamos dentro y les gritemos y tratemos fatal por pesados. Y ojo no tenemos nada contra ellos pero si contra ese tipo de compañías para las que trabajan y ellos son los que la representan y con los que la pagamos de forma injusta pero lógica.
Ellos hacen ese trabajo porque necesitan trabajar y me consta que están sometidos a mucha presión para que sigan insistiendo porque al final, por agotamiento más de un cliente cae.
A estas compañías les diría yo ¿qué técnicas son esas de captar clientes? En tiempos se hablaba de los vendedores a puerta fría. Hoy, desde una central de llamadas, el efecto es el mismo. Pero lo que está claro es que la profesionalidad brilla por su ausencia porque a los que pican y luego intentan darse de baja del servicio, no es nada fácil. Pasan de telefonista en telefonista, repitiendo una y otra vez el mismo mensaje, sin que nadie les haga caso.
No por más insistir vais a conseguir a los clientes porque así lo que hacéis es que estos sufridores no os recomienden y echen pestes de vosotros.
Cuando los clientes quieran cambiar de compañía en alguno de estos servicios ya se informarán y se pondrán en contacto con vosotros para informarse e intentar adquirir vuestros servicios si la información que les proporcionáis es veraz.
Los clientes tenemos derechos que se deben respetar y no pisotearlos cuando y como les interesa. Así que ante el abuso hay que formalizar una queja para conseguir entre todos algo.
Verdaderamente ocurre tal y como comentas, además últimamente de forma masiva y a horas de descanso. Me pregunto si tanto cuesta ponerse en el lugar del cliente…¿dónde quedó eso que los psicólogos llamamos empatía? Me uno a tu protesta!!
Hola Luís Miguel,
Gracias por participar.
Pues por lo visto cuesta ponerse bastante en la piel del cliente y eso que es lo más importante para las empresas.
Saludos,
Juan
Hola Juan,
Una gran verdad. De todas formas creo que los trabajadores lo reflejan en su base de datos pero en su empresa la orden refleja que deben conseguir varios «no» seguidos para darse por vencidos. Algo así como el primer no es que no ha entendido lo que se le ofrece, el segundo es que no lo ha pensado y el tercero es que no lo quiere… Los pobres televendedores sufren depresión y estrés, es uno de los colectivos con mayor rotación actualmente y aún a pesar de la crisis, a causa de lo que su empresa les ordena…
¿Enfadarse con ellos? No es lo más lógico pero son ellos los que deben pagar el muerto de lo que les marca su empresa. 🙁
Saludos,
Hola Jesús,
Efectivamente los trabajadores siguen las directrices de sus empresas y les hacen realizar varias rondas de llamadas independientemente de las negativas.
Luego les toca sufrir las consecuencias de una mala política de gestión y captación de nuevos clientes de sus compañías.
Saludos,
Juan