Ya hemos comentado que la crisis, palabra tabú, crea situaciones complejas en las que tu negocio se ve perjudicado y muchas veces sin tener una vía de escape. Conseguir aprender de estas situaciones es importante pero tener el equilibrio necesario para reaccionar en su justa medida es algo que pone a prueba a muchos jefes.Si os sirve de inspiración os cuento un chiste en el que la paradoja de todas las crisis es que al final siempre tienes que correr tanto en una dirección como en otra pero siempre corriendo…
Resulta que un español y un alemán se habían perdido en medio de la selva al apartarse de un safari. De todos es bien conocido que los alemanes tienen una forma de hacer negocios metódica y correcta y que si por algo son conocidos es por su fiabilidad. De todos es conocido que los españoles no…dejémoslo ahí…
Después de discutir un buen rato acerca de cual camino deberían escoger para llegar a su campamento, cada uno tenía una opinión distinta, optaron por coger el camino intermedio y no separarse ya que así se ayudarían mutuamente. (coopetencia)
Después de un corto recorrido se encuentran frente a frente con un tigre enorme, que los miraba fijamente relamiéndose. Ambos se quedaron congelados, pero el alemán comenzó a abrir lentamente su bolso, hasta sacar unas impresionantes zapatillas para correr de última generación. El español, a pesar del momento, y mientras el alemán se ponía sus zapatillas, comenzó a reír diciéndole:
- Por muy buenas que sean tus zapatillas nunca podrás correr más rápido que el tigre…
Y el alemán respondió:
- Más rápido que el tigre, no. Pero sí más rápido que tú…
Muy bueno. Aunque es un poco deprimente viendo lo que nos va a suceder, que no vamos a correr mas deprisa que nadie, ni que los franceses, ni que los portugueses…
Muy bueno, ójala las crisis fueran como un tigre que se come a uno y ya no necesita más (el alemán se salva) esto parece más bien un tsunami que todo lo arrasa. Aunque en la realidad no tengo una visión tan tremendista, algunos sectores sobreviviran, esos pequeños trozos de madera en el embravecido mar. Un saludo.