¿Promocionar supone trabajar menos?

El recibir un ascenso o promoción es una muy buena noticia que no todo el mundo recibe, pese a poder tener capacidades y cualidades que les podrían ayudar en esa nueva posición. Desgraciadamente, a la hora de elegir quien promociona, hay que quedarse sólo con un candidato interno, siendo conscientes de que se quedan en el camino, otras alternativas. La decisión no es fácil. Jefazos

¿Qué significaría para vosotros un ascenso? Muchos lo tendréis claro: cobrar más. Pero no sólo es eso. Personalmente, creo que es una gran oportunidad que os debe dar fuerzas para seguir desempeñando vuestro nuevo trabajo igual o mejor que en el anterior puesto, sin dormirse en los laureles.

Sin embargo, hay muchas personas que no lo ven así. Piensan que llegar a ciertos puestos, les va a permitir tumbarse a la bartola, pensando que todo está realizado una vez conseguido el puesto con el que habían soñado. Nada más lejos de la realidad. A partir del nombramiento, toca seguir demostrando, si no más, que no se equivocaron en la decisión de elegiros, que sois capaces de aportar mucho más de lo esperado de vosotros y que podéis impresionar a vuestros nuevos responsables.

Asumir nuevas responsabilidades, sobre todo al principio, va a requerir mucha inversión de tiempo y esfuerzo para ponerse al día de cara a conocer las nuevas áreas, nuevos colaboradores, procedimientos existentes, conocer como están todos los asuntos y cómo se han llevado hasta entonces por vuestros predecesores para poder plantear nuevas opciones o estrategias.

Hay grandes profesionales que, una vez ascendidos, se dedican a seguir los pasos de los anteriores responsables, sin asumir su nuevo rol. Ya no se podrá culpar a la persona que estaba en el puesto antes, si algo no sale bien.

Hay que alejarse, como he dicho, de la sola idea de pensar que ocupar una nueva posición sólo supondrá cobrar más a final de mes; si esto es todo lo que os importa, estoy seguro que no os compensará de ninguna forma. Para tener éxito en el puesto, será necesario tener ansias de crecimiento profesional y de seguir aportando vuestro granito de arena al trabajo que realicéis.

Cada vez más, se está viendo en las compañías como muchos profesionales que son ascendidos fracasan estrepitosamente porque no tienen claro lo que les va a requerir la nueva posición. Pretenden vivir mejor que sus equipos de trabajo, intentando asumir las menos responsabilidades posibles, tirando balones fuera o pretendiendo que sus equipos solucionen todos los conflictos o problemas que surjan en su área de trabajo.

Ahora bien. También hay que tener claro que no porque se os proponga para ocupar un puesto de mayor nivel, lo debéis aceptar. Recomiendo que antes de aceptarlo os preguntéis lo siguiente:

¿Os motiva ese puesto en todos sus campos?

¿Os encontráis capacitados?

¿Sabéis todo lo que conllevará ese puesto?

¿Cuáles son las motivaciones que tenéis para aceptar nuevas responsabilidades?

Así que no hagáis que la confianza depositada en vuestras personas por las empresas se os vuelva en contra porque las oportunidades no se presentan todos los días y hay que tener claro lo que suponen los cambios porque las cosas no serán ni mejor ni peor que antes, sino diferentes y deberéis amoldaros a las nuevas circunstancias.

Es como si una pareja decide tener un hijo y, una vez que éste ha nacido, sus padres pretenden llevar la misma vida que cuando no tenían hijos. Eso es imposible y se nota que no sabían lo que esa nueva circunstancia iba a suponer en sus vidas.

Antes de aceptar determinadas cosas o de planificar cambios en vuestras vidas, debéis de pensar lo que eso supondrá y asumirlo, para evitar malentendidos ya que volver atrás será imposible más adelante.

One Response

  1. Pingback: Bitacoras.com octubre 21, 2009
  2. Jesús López octubre 22, 2009